19 diciembre 2010

Feliz Navidad 2010

Querid@ Desafinad@,
Bossa Nova Clube te desea una Feliz Navidad 2010,
y un fantástico 2011, lleno de alegrías, suerte, y por supuesto, de buena música!

AÑO NOVO / BOSSA NOVA!
Feliz Navidad / Feliz Natal / Merry Christmas / Joyeux Noël / Καλά Χριστούγεννα / God Jul / Vrolijk Kerstfeest / Buon Natale / メリークリスマス / С Рождеством / Frohe Weihnachten /عيد ميلاد مجيد / क्रिसमस की शुभकामनाएँ / Wesołych Świąt / Maligayang Pasko / Mutlu Noeller...!

14 diciembre 2010

FRANCIS ALBERT SINATRA & ANTÔNIO CARLOS JOBIM │ Perfect Duets...!


Francis Albert Sinatra │ 12 Diciembre 1915 - 14 Mayo 1998
Antônio Carlos Jobim │ 25 Enero 1927 - 08 Diciembre 1994


Era Diciembre del año 1966, y si en aquella época, alguien descolgase el teléfono y al otro lado de la línea, a más de 10.000 Kms de distancia, estuviese Frank Sinatra, seguro que esto hubiera sido motivo lo suficientemente importante para contener la respiración, mientras que el corazón del interlocutor se iría acelerando latiendo a revoluciones de Ferrari.

Como se puede explicar al hombre de hoy, lo que aquello significaba...?
No hay equivalentes en el "show business" actual. Ninguno de los Mega-Stars pos-Sinatra, ha conseguido acumular el mismo volumen de poder, prestigio, glamour e inaccesibilidad al mismo tiempo, a nivel mundial.
Muchos de los ídolos de hoy, pueden tener alguna de éstas características, pero las cuatro juntas y en tal cantidad..., tal vez sólo The Beatles pueden haber sido algo parecido a lo que estamos hablando.




Desde 1964, el Rancho Mirage, la fortaleza de Sinatra en medio del desierto en Palm Spring, ya emitía señales de que "La Voz", quería grabar las canciones del compositor brasileño Antônio Carlos Jobim.
Pero con Sinatra las cosas suceden solamente cuando él está convencido de que es hoy y ahora, el momento exacto de que sucedan.

Al igual que otros cantantes de la época, Sinatra estaba buscando un nuevo tipo de material, y la Bossa Nova, además de ser una música moderna, tenía la calidad, sofisticación y atracción comercial más de la necesaria.
Y para Sinatra, la Bossa Nova era Tom Jobim.

Ray Gilbert pasó el teléfono a Sinatra, y éste le dijo directamente a Jobim: "Quiero hacer un disco contigo, y quisiera saber si te gusta la idea".
Tom le contestó: "It´s an honor, I´d love to"...!

Sinatra mencionó al alemán Claus Ogerman para la dirección y arreglos del disco, a lo que Tom accedió enseguida.
Tom sugirió un batería brasileño. Sinatra dijo sí.
Sinatra le preguntó si podía viajar inmediatamente a Los Ángeles, para comenzar a trabajar con Ogerman. (Lo que significaba que las canciones habían sido ya elegidas).
"La Voz", dio su última orientación: No tengo tiempo de aprender canciones nuevas y detesto ensayar, por eso vamos a grabar las más conocidas. Los standards bossanova más clásicos.

La grabación fue marcada para finales de Enero, y con esto, los dos se despidieron y cada cual cogió su avión: Tom, para los Ángeles, y Sinatra para Las Barbados. Un poco para preparar su voz, y otro tanto para intentar recuperarse de la tremenda crisis matrimonial con Mia Farrow. Este matrimonio ya estaba virtualmente roto en aquel momento.

Por otro lado, Antônio Carlos Jobim, una vez pasada la euforia inicial de soñar con la posibilidad de que su música fuera a ser interpretada por el dios de su generación, bajó a la terrible realidad: Era el ahora o nunca de su carrera.


Llegaría a Los Ángeles, y sería instalado en un apartamento con piano y frigorífico en el hotel Sunset-Marquis.
Claus Ogerman lo visitaba diariamente y los dos acordaban, ajustando con precisión de experto relojero, los delicados engranajes de los clásicos "Garota de Ipanema", "Dindi", "Corcovado", "Meditação", "Inútil paisagem", "Insensatez" y "O amor em paz".
Tres canciones americanas serían incluidas en el programa, después de pasarlas por la malla superfina del filtro de la Bossa Nova. El trabajo con Ogerman no duró mucho tiempo, siendo además ambos conscientes, de que todo sería resuelto por Sinatra en el mismo estudio de grabación, en la hora de la verdad.

El 25 de Enero, Tom Jobim cumpliría 40 años. Que gran regalo del destino, el poder tocar con Sinatra.

Treinta años atrás, su padrasto alquilaba un piano para que su hermana Helena estudiara en él. El piano viejo y destartalado, fue instalado en el garaje de su casa en Ipanema (RJ).
A Helena no le interesaba mucho el asunto, pero a él sí. Tom podía contabilizar miles de horas de estudio, otras tantas recorriendo toda clase de boates e "inferninhos" en Rio de Janeiro (algunos horribles), y todavía podía sumar otras tantas horas y horas en los Estudios de grabación.
Las cosas habían mejorado mucho. Sus teclados eran ahora impecables y relucientes, y lo que era más importante: Con todas las notas en su sitio.
Y allí estaba él, en Los Ángeles, en aquella habitación del hotel, en vísperas de tocar con y para Francis Albert Sinatra.

El productor Sonny Burke, le llamó para decirle que ya había fecha concreta. Comenzarían a grabar el día 30.

Una vez en el estudio, todo había comenzado como si se estuvieran desarrollando los Campeonatos del Mundo de delicadeza y suavidad, las canciones estaban compuestas en su mayoría por Antônio Carlos Jobim.
Melodías dulces, sensuales, llenas de sensibilidad y ternura.
Tanto, que parece que cualquiera de éstas canciones, se pondría a llorar en cualquier momento si no se la trata con el suficiente cariño y mimo.
Poner un par de trompetas en un arreglo para una de estas canciones, es tan criminal como lavar la mejor cristalería de Bohemia, dentro de una mezcladora de cemento...
Parece como si todos se esforzaran en ser más silencioso que el vecino, en conseguir más silencio que los demás. Hoy los decibelios son considerados como armas peligrosas.
El arreglista, escribe una música que "anda de puntillas", eliminando algo de percusión aquí, un ruidito allí, y en definitiva, suprimiendo cualquier sonido seco que pudiera destacar en alguna canción. Está trabajando como un gusano de seda.




Después de interpretar "Dindi", Sinatra dice en tono bromista: "No he cantado así de suave, desde que tuve aquella laringitis".
Canta de una manera tan dulce, que si intentara cantar todavía más tenue, tendría que hacerlo acostado.
Sinatra estaba "cantando baixinho", como la Bossa Nova exigía.

Según el diario de grabación, horas antes, Sinatra y cía. llegaron al Estudio Uno de la Warner, en Sunset Strip. Poca gente anda por ahí, a excepción de un par de policías.
Sinatra ha llegado media hora antes de lo previsto. Lo nunca visto.
Se pone a ensayar la melodía de las nuevas canciones. Silbando suavemente, eliminando asperezas.
La cabina de control empieza a llenarse de gente. Gemelos de oro, uñas postizas Revlon, corbatas de Countess Mara.
Afuera, al otro lado de los dobles cristales de la ventana, músicos con estuches de violín negros, entran en el estudio con circunspección, comentando el tiempo que hace en Boston, la última del Gobernador de Berkeley, cualquier cosa menos algo en relación con la grabación.
Había una lista en la puerta con el nombre de las personas que tenían permitida la entrada. Sinatra preguntó por todo un grupo de personajes con gorras de propietario de yate y bigotes grises, que estaban a lo largo de la pared del Estudio.
Fue informado de que se trataba de brasileños que acompañaban al presidente de la Grabadora, Mick Martrand. Sinatra los fusiló con la mirada.
Uno de éstos brasileños, era Aloysio de Oliveira.
Parecía no importarle mucho su presencia, habían tenido suerte...!
Como se acostumbraba a decir, no es que Sinatra viviera cercado por los "yesmen", porque cuando Sinatra dice no, todos dicen no.





Según cuenta el propio Aloysio de Oliveira cuando recuerda lo sucedido en aquella grabación histórica: "Absolutamente todo y todos estábamos bajo la personalidad de Sinatra".

Bueno, todos excepto el batería Dom-Um Romão, que daba la impresión de que a la más mínima subida de tono de Sinatra o de alguno de sus técnicos, abandonaría la grabación con un gesto de corte de mangas, por ejemplo.

Tengo que decir, que salvo ésta excepción, también todos estábamos muy nerviosos y excitados por el acontecimiento.
Curiosamente Tom no estaba tan alterado, y más bien parecía acostumbrado a las grandes exigencias musicales y de concentración de aquel momento puntual. Al fin y al cabo, él ya había grabado muchas veces con João Gilberto.

Y entonces, casualmente a las ocho de la noche, exactamente a las ocho, Sinatra se vuelve hacia el director de orquesta y le dice : "Bueno, probamos una, eh"...?
Así de primeras, se diría que la cosa no arrancaba del todo bien. Sinatra está en todo. "Vamos a ver..., darme un LA, eh"...?, y da la señal con un chasquido de dedos.
El LA pasa rápidamente de una sección a otra: del piano a la cuerda y de la cuerda a la madera.
Tocan la canción una vez. Entonces..., descanso. Un silencio interminable...
Igual que a la espera de un veredicto. El arreglista y el director de orquesta, preocupados, miran hacia Sinatra y le preguntan: "Tempo"...?.
"No, el tempo está bien, éste ritmo es complicado. Es la única manera de hacerlo. No se puede improvisar, hay que atenerse a él".
Sinatra habla con plena seguridad: Sólo hay un tempo para esta canción, el original. Cualquier otro no sería el indicado para el caso.

Un ensayo más, con el fin de limar unas cuantas asperezas más.
El mismo Sinatra al llegar a la parte difícil del puente, se para en seco. Silencio. Mira a su alrededor. Se señala a sí mismo con el dedo como culpable. "Difícil no seguir los tiempos, no hay lugar para personalizar ni para la improvisación"...!

Siguiente toma de sonido. Pobres de los que tienen que soplar en su instrumento. Empieza la grabación, no pasan dos minutos, y un trombonista dejó la vara de su instrumento deslizarse unos milímetros fuera del compás, y Sinatra se dio cuenta.
Evidentemente fue él. Le es imposible mirar hacia otro trombonista, es el único en el estudio. Así que se queda ahí sentado, con la mirada perdida y con una boina de fieltro colocada en la campana del trombón para que el sonido salga más amortiguado. "Sorry", el pobre trombonista lo acepta".
Sinatra le mira. "No te preocupes"..., le dice.
El trombonista intenta bromear: "Si soplo más suave, el aire acabará saliéndome por la nuca"...!

Cerca de Jobim, está su batería personal, un brasileño que parece estar simultáneamente despierto y adormilado.
Vino especialmente en avión a Hollywood para esta sesión, pero no desde Rio de Janeiro, sino desde Chicago.
Su nombre es Dom-Um Romão. Parece un vendedor de alfombras persas. Entre una toma de sonido y otra, se cruza de brazos. Mientras todo el mundo está pendiente de las observaciones del director para mejorar la próxima toma, él está seguro de que su "feeling" ha sido perfecto.
Romão es quién marca para el grupo este ritmo nuevo. Está en lo cierto. Es perfecto.


Dom-Um-Roão, Tom Jobim & Sinatra

Contrastando con la tranquilidad de este músico, está el activo director.
Es el alemán Claus Ogerman, con su jersey de cardigan azul abrochado hasta arriba, almidonado de los pies a la cabeza.
El acento, energía y la forma de construir sus frases tipicamente germánicas no le habían abandonado...
Sigue la actividad por todo el Estudio, el productor Sonny Burke, cuyas canas se pasean de un lado a otro, está arreglando detalles de última hora en las canciones, está dispuesto a levantar diques de silencio contra cualquier marea de ruido.
Al otro lado, está Ray Gilbert, productor de Jobim, hablando en voz baja con él, en portugués.




En el número siguiente, Jobim va a cantar a dúo con Sinatra.
Jobim (Sinatra le ha puesto el mote de "Tone" = Tono), se inclina hacia su micrófono.
Despeinado, con la boca moviéndose con precisión, articula cada letra, abriendo y cerrando los labios con la perfección con la que usted firmaría un cheque a su favor por importe de 100.000 $.
Este hombre-adolescente, delgado y soñador, habla despacio en medio de un mundo que va demasiado deprisa.
Tom no se altera lo más mínimo por el clamor humano, los murmullos de su propio corazón le emocionan más.

La última nota de la canción. Todos quietos hasta que los platillos han dejado de vibrar. Todos inmóviles, todos como estatuas.
Sólo Sinatra, insaciable, curioso e impaciente como un niño, no puede esperar.
Esta toma le ha gustado. Se inclina hacia delante, mirando hacia el interior de la sala de control, con la mirada interrogante hacia los ingenieros de sonido, como desafiándolos a que pongan alguna pega...
Algunos levantan su dedo pulgar hacia arriba (OK), otros muestran una leve sonrisa. No hay pegas.
"Esto, dice Sinatra, esto es exactamente lo que tiene que ser el disco"...!

Los que le conocen, comentan que pocas veces le han visto tan ilusionado y apasionado con algún proyecto musical, independientemente de su transcendencia y/o envergadura profesional.



   
Durante la escucha de los play-backs, Sinatra se apoya pensativo sobre la tarima del director.
Desde el control, sólo vemos los puños blancos de su camisa y su frente, cuyas arrugas, muestran cierta preocupación. Es la ansiedad en persona...
Parece como si estuviéramos en la última secuencia del rodaje de la película "El parto más difícil"...

Los demás le rodean y escuchan también. Los hombres no lloran, pero algunos músicos ponen caras de una atención y concentración tal, que resultan cómicas.
Escuchan intensamente, como intentando descubrir tesoros escondidos por detrás de unas voces que murmuran. Terminó.
Sinatra vuelve a su sitio. Perfecto. "El número siguiente"...

Los demás, hablando a medias, sonriendo a medias, silenciosos a medias, no consiguen encontrar una frase que consiga describir su entusiasmo en términos definitivos. Todos excepto Jobim.




Tom se acerca a Sinatra, con esa forma de andar tan personal, como si tuviera un chicle de menta pegado a uno de sus zapatos.

Pone su brazo encima del hombro de Sinatra, y dándole un fuerte apretón, le dice: "Franky, esto es Bossa Nova"...!
Ambos sonríen.
Jobim se vuelve para mirar a los músicos que les rodean. Su cara se ilumina, triunfante...
Está orgulloso de su cantante...!








Curiosamente, la última grabación que realizó Antônio Carlos Jobim pocos meses antes de morir, fue para el disco Duets II de Frank Sinatra.
El tema fue "Fly to the Moon".









Tom Jobim, grabó en las peores condiciones físicas, pero puede que así pensara que era una forma de devolverle el favor que le hizo Frank Sinatra, cuando un día le llamó por teléfono a mediados de los años 60' al entonces Café Veloso (Hoy Garota de Ipanema) de Rio de Janeiro (RJ), para proponerle trabajar juntos en un disco, que como ya sucedió con el LP Getz/Gilberto unos años antes, este vinilo es considerado una "Masterpiece" por todos los aficionados a la música brasileña y al Jazz.




A partir de ahí, la carrera musical de Jobim fue imparable, convirtiéndose en uno de los compositores más importantes del Siglo XX.






"Estoy profundamente afectado y triste por la muerte de mi amigo Tom Jobim.
Mi experiencia con él fue muy gratificante y creativa.
Inolvidables la gran cantidad de horas que pasamos conversando y reflexionando por las noches.
El mundo perdió a uno de los más talentosos músicos de todos los tiempos, y yo personalmente, perdí a un amigo maravilloso.
Es difícil comenzar a hablar, por donde empezar, recuerdo un Show que grabamos juntos para la TV, fantástico, super-premiado.
Hacer un disco con él, grabar aquellas melodías maravillosas, aquellas canciones inmortales de Jobim, fue una de las cosas hasta hoy, más emocionantes de mi vida...!
Me gustaría que Tom volviera otra vez de gira, se sentara al piano, y compusiera más y más, porque sin su música, la gente, se queda medio huérfana, sin tener que cantar".
Frank Sinatra (8 de Diciembre de 1994).






   
P.D.: De toda la discografia de Frank Sinatra, este disco es el único que contiene en la portada su nombre completo.
Dice la leyenda, que intuyendo la futura transcendencia musical del mismo, Sinatra no quería pasar a la Historia de la Música, siendo menos que su compañero Antônio Carlos Jobim.




07 diciembre 2010

Carta ao Tom 2010

16 años sin Tom Jobim / Maestro Soberano
25 Enero 1927 - 08 Diciembre 1994

Querido Tom,

Gracias por cada nota distraída, precisa, económica y genial de tu piano.
Gracias por tu visión disonante y armónica de la música,
la naturaleza y la vida.
Gracias por hacerme tan feliz.

Cada vez que abrías tu piano, el mundo mejoraba,
y 16 años sin tus canciones son muchos...

Chega de Saudade/Basta de Nostalgia,
el título de tu canción que cambió mi vida, es de nuevo, la emoción
y el sentimiento contrario de lo que estoy sintiendo ahora.

Los árboles, los pájaros, el aire, urubú, el mar, tu piano, la Bossa Nova,
Rio de Janeiro y yo, te seguinos echando de menos.


De Carlos prá Carlos con admiración infinita, carinho e amor

P.S..: Da un fuerte abrazo a Vinícius, Baden, Pixinguinha, Ary Barroso, Cartola, Jameo, Cyro, Nara, Noel, Bôscoli, Newton Mendonça, Sylvinha, Durval Ferreira, Tião Neto, Dolores Durán, Dorival Caymmi, Jhonny Alf y un beso especial para Elis.

Diles a todos, que sus trabajos merecieron la pena.

Rio de Janeiro, 08 Diciembre de 2010

02 diciembre 2010

Libro "O Barquinho vai..." | Roberto Menescal y sus Historias

Ayer día 01, Diciembre de 2010, en el Espacio Musical / Mega Music Store, Modern Sound en Copacabana / Rio de Janeiro, tuvo lugar la presentación oficial del Libro "O Barquinho vai..." de la escritora Bruna Fonte.
Este libro se centra en la biografía del músico, compositor y productor, Roberto Menescal.


Un ejemplar en formato elegante, con 135 páginas llenas de contenido histórico, vivencias, confidencias, anécdotas e histórias contadas en estilo narrativo, con una lectura muy amena.

Roberto Menescal, es uno de los principales nombres de toda la Historia de la Música Popular Brasileña (MPB), y uno de los principales creadores y protagonistas de la Bossa Nova.

Como escribe Bruna Fonte en la solapa de la contracapa del libro, Roberto Menescal, además de ser un hombre poseedor de vários talentos, es una persona muy especial, admirado por sus amigos, que le consideran una referencia, no sólo en el área profesional, sino también como ser humano.
Es por derecho, uno de los creadores de la Bossa Nova, manteniendo su marca registrada en la música brasileña al componer, interpretar, producir y/o descubrir grandes artistas. Con su arte, continúa llevando con todo orgullo Brasil y su música a todos los rincones del mundo.



O barquinho vai..., e a tardinha cai...El libro se divide en varios capítulos, donde la escritora, entra en contacto directo con el pasado, presente e incluso futuro del músico.

1) Menescal y la Música: "Tengo una vida muy completa. Caramba, que suerte que he tenido en la vida! Soy músico!
2) Menescal y Bôscoli, nuestras canciones son escenas de nuestras vidas: "Detrás de cada canción nuestra, hay una historia verdadera".
3) Los bastidores de la Música: "No tuve que escoger mucho los diferentes caminos dónde me llevó la vida. Ella es la que me va llevando y diciéndome lo que tengo que hacer".
4) Produciendo Arte: "Participé en la vida artística de muchas personas. Tuve también la suerte de estar en el lugar preciso y en la hora exacta".
5) ...Y el trabajo continúa!: "Pienso que todavía tenemos mucho trabajo que hacer en relación con la Bossa Nova".
6) Historias que no se olvidan: "Quién vive del pasado es samba-canção, pero hay cosas en la vida que no se olvidan...".
7) Pescador y jardinero: "Las cosas simples de la vida, son fantásticas".
8) Piés en la tierra / Realidad: "Es necesario aprovechar los momentos al máximo, para no perderse las cosas buenas que la vida siempre trae".
9) Gurús: "Muchas personas fueron importantes para mí, y dentro de esa escala de importancia, algunas fueron mis "Gurús" personales. Fueron aquellos que participaron en momentos decisivos de mi vida, dándome pistas y/o consejos muy importantes. Con toda seguridad, si no fuese por estas personas sobresalientes, hoy no sería exactamente el Roberto Menescal que soy hoy.
10) Família: "En mi família, nos queremos todos mucho. Mis 3 hijos son completamente diferentes, pero entre todos, tenemos una gran harmonía".
11) Lo que dicen de Menescal: Declaraciones de artistas y figuras importantes de las artes, ciencias y letras, en relación con Roberto Menescal.

En todos y cada uno de estos 11 capítulos, Menescal, hablando en primera persona, hace referencia a momentos importantes de la Historia de la Música Brasileña, y nos cuenta su relación personal con los más importantes artistas y/o personalidades de la época, con artículos por ejemplo, como:

La Bossa Nova no podía nacer en otro lugar
Jhonny Alf, el Gran Maestro
Tom Jobim, el "Gurú" de la Música
Sylvinha Telles, ella tuvo la valentía de confiar en mí
Um banquinho, um violão
Carnegie Hall, New York City (21-11-1962)
Elis Regina
Nara Leão
Leila Pinheiro
Wanda Sá
Leny Andrade
Monserrat Caballé
BossaCucaNova
Tom, Dolores e o poetinha
Vinícius de Moraes, una lección de vida
Miele & Bôscoli
Historias del Beco das Garrafas (RJ)
Viajes, etc.

Roberto Menescal, en el capítulo de mis "Gurús", se refiere a João Gilberto como "el Gurú de la sensibilidad", comentando lo siguiente:

"La primera persona (que recuerdo) que tuvo gran importancia e influencia en mi vida, fue João Gilberto".
Tocamos muchas veces juntos, y progresivamente, me fue dando vários consejos.
Recuerdo que empezó diciéndome: "A la hora de tocar, tienes que dar menos importancia a la velocidad, y dar más valor a la emoción". (A mis 18 años, yo estaba loco por tocar lo más rápido posible...)
Entonces, yo tocaba de nuevo, y el volvía a decirme: "Continúas dando más importancia a la velocidad. Vamos a tocar de otra vez muy despacio, para que compruebes que es más difífil tocar despacio que rápido. Tienes que visualizar el camino que hay entre un acorde y el siguiente".
Él me fue enseñando estas cosas en pequeñas dosis, y mi modo de tocar fue cambiando. Hoy tengo un estilo personal, que prácticamente viene de ahí, de todas aquellas pistas y consejos que João Gilberto en su día, me dió.



Desde las primeras páginas de este libro, el lector se convierte en cómplice de la escritora Bruna Fonte, y dentro de las historias, se transporta irremediablemente en el tiempo de alguna manera, participando y disfrutando de aquel Rio de Janeiro de los años 60/70. Aquel Rio de Janeiro, que ya no existe.

Obrigado Bruna, obrigado Roberto, la Bossa Nova y los "Desafinados" del mundo, agradecen / Abraços.

Bossa Nova Clube, recomienda la lectura de este libro.

30 noviembre 2010

JOÃO GILBERTO en Madrid (19-07-1985) │ Hipnotismo colectivo


Recuerdo perfectamente la interminable hora y media de espera, el gran enfado general del público que llenaba el recinto. Un enfado mezclado con cierto nerviosismo y ansiedad, ante una posible cancelación del Concierto.
Un malestar que desembocó en un escándalo monumental con abucheos, silbidos e insultos cuando João Gilberto apareció (por fin) en el escenario…
En contrapartida a todo este gran tumulto y confusión inicial, está también grabado en mi memoria, el silencio absoluto e hipnótico después de las dos primeras canciones.


Aquel brasileño que tocaba Bossa Nova, reconocido internacionalmente como el símbolo de aquella música que nos apasionaba y que habíamos escuchado una y otra vez en los vinilos importados, estaba allí a tan sólo unos pocos metros de nosotros.
Por primera vez en Madrid y en España, se presentaba João Gilberto Prado Pereira de Oliveira.




João Gilberto, en medio del sofocante calor del verano de Madrid, vestía una social y gruesa chaqueta de paño con cuadros marrones e beige, y para armonizar su "coherente" indumentaria, calzaba unas zapatillas deportivas de tela blancas.
Para sumar a su perfecto "look" de profesor de instituto de barrio, estaban aquellas estéticamente raras y enormes gafas que sequencialmente se le iban resbalando del rostro en cada canción.


La imagen de
João Gilberto en el centro de aquel sobrio escenario, era cómo el título de aquella película del far-west "Sólo ante el peligro"…!
En medio de todo aquel enrarecido ambiente, JG estaba literal e inmensamente solo, muy concentrado en lo que estaba haciendo, aportando de forma natural, sus dos únicas e invencibles armas: Su afinadísima y reducida voz, y el mágico sonido de su inseparable violão clásico (guitarra).

JG llenó el aire de Madrid con su voz susurrante y la magia de sus acordes disonantes a contratiempo, en un ritmo de balanço perfecto.

JG nos regaló entre otras canciones, "Tim Tim por Tim Tim", "Rosa Morena", "Sem Compromiso", "Retrato em Branco e Preto", "Chega de Saudade", "Garota de Ipanema", "Eclipse" (en español), "Menino do RIO", "Adeus América", "A Felicidade", "Estate", "Sandália de Prata", "Doralice", "Aquarela do Brasil", y la que fue sin duda fue la sorpresa de la noche, la canción "Pra que discutir com Madame", un Samba antiguo prácticamente desconocido y que escuchamos por primera vez aquel día.

Con cierta sorpresa y complicidad, durante el show nos mirábamos unos a otros, como queriendo certificar en el vecino, la emoción del momento y la confirmación de que estábamos asistiendo aquella noche tan especial del mes de Julio en el recinto castrense del Patio Central del Conde Duque de Madrid, a uno de los conciertos y/o espectáculos más grandes en nuestra vida.
Después de más de 25 años, en la distancia, puedo confirmar que aquella sensación fue y es verdadera.

Aquella noche para mí irrepetible,
João Gilberto tocó el alma de todos los afortunados que pudimos vivir aquella experiencia musical │ Y fue para siempre.

Gracias a los archivos de Radio Nacional de España │ Radio3 y al programa de Carlos Galilea "
Cuando los elefantes sueñan con la música", podemos escuchar el Concierto íntegro de João Gilberto en Madrid.





La calidad del sonido de este Concierto, es simplemente impecable.
Fue un momento gracioso cuando al final, con todo el auditorio entregado pidiéndole un "bis" y gritando "otra, otra…",
João Gilberto sonriendo contesto: - Pero…, ustedes todavía me aguantan?, Ustedes todavía me soportan? Qué maravilla…!
Respondiendo así en clara ironía a la hostil acogida del público en su recibimiento en el escenario, debido a su retraso.






Comentar también cómo otra inusitada anécdota e irregularidad manifiesta, la provocada por la Organización del Ayuntamiento de Madrid, en su programación de los Veranos de la Villa 1985, en su apartado "Noches de Bossa Nova".
Dicha organización oficial, en su programa difundido en prensa, radio, TV, etc., tenía anunciado dos días únicos para la música de Brasil, estando originalmente previsto para estas dos noches las siguientes actuaciones:

19 Julio 1985 / Antônio Carlos Jobim & Banda Nova
20 Julio 1985 /
João Gilberto


Y sucedía que João Gilberto, acababa llegar de participar y grabar el mítico doble disco y primero "ao vivo" de su carrera en el 19th Festival de Jazz de Montreux en Suiza.






A su vez, Antônio Carlos Jobim por su parte, venía de su presentación por primera vez en España, en el IX Festival de Jazz de Vitória-Gasteiz, compartiendo "cartel do Brasil" con Gal Costa (17-07-1985).

João Gilberto y todo su equipo presionaron a la Organización de Madrid para invertir el orden de las fechas de los Conciertos.
Ante las exigencias y/o ultimátum del artista y con las entradas agotadas para los dos días, en aquella misma semana se procedió al cambio de fecha...
Así ocurrió, que hubo personas que en la misma puerta del Conde Duque, el día 19 pensaban que iban a asistir a Tom Jobim & Banda Nova, y fortuitamente, asistieron a
João Gilberto.

Todavía tengo guardada la entrada, un simple papel de color naranja (tipo resguardo de la tómbola) dónde se puede comprobar: 20 Julio 1985,
João Gilberto.

Agradecimiento especial de
Bossa Nova Clube a ©Kuto de Jazz Pictures, por la original aportación de su diseño e ilustración de João Gilberto que acompaña este post.
El primer contacto de Bossa Nova Clube con este artista genial que firma sus trabajos como ©Kuto, fue hace sólo unas pocas semanas atrás.
Hasta entonces éramos dos perfectos desconocidos que contactamos virtualmente con motivo de unos comentarios que escribí en su blog, en relación de un post que casualmente él hizo con anterioridad de este mismo Concierto de
JG en Madrid.
Iniciamos el clásico intercambio de e-mails, donde para más coincidencias, descubrimos que ambos estuvimos ubicados en la 1ª fila de la parte de la izda., sentados casi uno al lado del otro en aquellas incómodas sillas de madera tipo verbena.






João Gilberto, hasta la fecha, después de este histórico show, actuó otras 3 veces más en España:
- Año 1989, en el desaparecido Rockódromo de Madrid, compartiendo cartel con João Bosco y Caetano Veloso.
- Año 2000, en el Teatre Grec / Montjuit de Barcelona.
- Año 2003, en L'Auditori de Barcelona.

P.S.: Queda aquí por escrito, la promesa y el compromiso de adicionar futuramente en el Blog de Bossa Nova Clube, toda la secuencia fotográfica de este Concierto de
João Gilberto en Madrid.
Dichas fotos fueron realizadas en la época al pie del escenario, circunstancia difícilmente operativa en estos momentos.

Cómo anécdota personal, queda registrada en la grabación de este Concierto, mi petición "ao vivo" a
JG del tema "Doralice", una de mis canciones preferidas desde siempre, que él interpretó seguidamente... :))



23 noviembre 2010

Historia de la Bossa Nova # 3 | JOÃO GILBERTO Prado Pereira de Oliveira


João Gilberto Prado Pereira de Oliveira, nació el 10 de Junio de 1931 en Juazeiro, una pequeña localidad situada a orillas del rio San Francisco.
Juazeiro pertenece al Estado de Bahia (BA), Brasil.

En 1948, Juazeiro era una ciudad de tan solo 10.000 habitantes, entre los cuales, estaba un chico de 17 años al que todos llamaban Joãozinho da Patu.

Aquel agitado muchacho, a pesar de ser el más inteligente de su familia, curiosamente era el único de todos sus hermanos que no tenía el diploma de graduado escolar.
Joãozinho, cuando con sus pantalones cortos volaba en su bicicleta por las calles polvorientas de Juazeiro, en su interior, seguramente ya había escogido el camino más difícil de todos: Convertirse en João Gilberto...!


Casa donde nació João Gilberto
 

João
era un muchacho inquieto, 
que como cuenta Ruy Castro en su libro "Chega de Saudade", escuchaba en los altavoces de la plaza de su pueblo, los éxitos que el Sr. Emicles, dueño del único tocadiscos de la localidad, compartía con todo Juazeiro.
Para los vecinos, la emisión musical del Sr. Emicles, funcionaba como si de una radio local se tratara...

El Sr. Emicles, programaba regularmente para sus vecinos, los vinilos que compraba en su viaje semanal a la ciudad de Salvador de Bahia.


Placa en la casa donde nació João Gilberto


Se escuchaban a diario las últimas novedades internacionales y la música popular brasileña del momento como: "Bolinha de papel" de Os Anjos do Inferno; "Onde o céu azul é mais azul" con Francisco Alves, "Boogie-woogie na favela" con Cyro Monteiro, "Ave-Maria no morro" con el Trio de Ouro, "A primeira vez" con Orlando Silva, "Adeus, batucada" con Carmen Miranda, "Samba da Minha Terra" con Dorival Caymmi, y sobre todo "Naná" con Orlando Silva, canción que ponía por lo menos tres veces cada día.


.


A los 14 años, un padrino bohemio que estaba pasando sus vacaciones en Juazeiro, le regalo un "violão" (guitarra clásica). Era todo lo que él necesitaba.

Aprendió a tocar con "El Método Elemental Turuna", una de aquellas publicaciones mediocres, impresas en grueso papel de periódico.
El método Turuna, primer contacto de 
João con la música, no lo transformó en un guitarrista virtuoso, pero le enseñó los acordes suficientes para permitirle acompañarse e intentar armonizar las cambiantes voces de sus compañeros.

Con la teoría y la práctica básicamente aprendida, João inició un recorrido por diferentes grupos y conjuntos vocales de la época en la ciudad de Salvador de Bahia, hasta que en 1950, llegó por primera vez a Rio de Janeiro para pertenecer (por una serie de coincidencias) al conjunto vocal de moda, Os Garotos da Lua.


Conjunto vocal "Os Garotos da Lua"


Este grupo vocal era habitualmente contratado para todo tipo de fiestas, bodas y actos sociales, dónde algunas veces el evento acababa en peleas, riñas, etc…

João Gilberto era el único del conjunto que permanecía inalterable en el escenario, cantando en medio de aquella lluvia de sillas y botellas que atravesaban el espacio en el salón de bodas y fiestas...

Debido a las repetidas ausencias, falta de puntualidad, indisciplina de grupo y continuas discusiones por el modo de tocar y/o de cantar de sus compañeros de profesión, fue finalmente expulsado del grupo vocal "Os Garotos da Lua", por rebeldía.


 


Después de la época de los conjuntos vocales, João Gilberto inició su carrera como solista y su estilo musical fue como "crooner" romántico al más puro y marcado género Orlando Silva, su gran ídolo de juventud.

La primera grabación oficial en solitário de João Gilberto fue en 1952, en un vinilo compacto de 78 rpm │ matriz 096 de la grabadora Copacabana, con sólo dos canciones: "Quando ela sai" (A) y "Meia-Luz" (B).

Este disco pasó totalmente desapercibido. Hasta tal punto, que muchas biografías oficiales de João Gilberto, lo ignoran.


 


Intentó relacionarse con la "clase musical" carioca, pero su fama le precedía, siéndole muy difícil sobrevivir económicamente en Río de Janeiro. Y fue aquí donde empezó su personal "travesía del desierto".

Cómo aquel buscador de tesoros que carece de brújula y de plano, pero con la convicción, seguridad interior y el firme empeño (obsesivo) de crear algo diferente, estuvo algunos años de aquí para allá.
Voluntariamente, João estaba viviendo su exilio particular en casas de amigos y familiares, en ciudades como Porto Alegre, Diamantina, Juazeiro y Salvador de Bahía.

Siempre apartado y lejos de la efervescente actividad musical carioca, dónde se sentía claramente rechazado.

Y fue en 1957, cuando João Gilberto decidió que ya era hora de volver a Rio de Janeiro.
Como cuenta con detalle Ruy Castro en su fantástico libro "Chega de Saudade", João se encontró con su amigo Edinho, del Trío Irakitan.
Edinho le recomendó que buscase a un joven llamado Menescal que tenía una Academia de Música/violão y que estaba organizando un conjunto musical.

João estaba en vísperas de cambiar radicalmente de vida.




João Gilberto llamó a la puerta de Roberto Menescal y con un simple: Tienes un violão ahí...? / Podíamos tocar alguna cosa...?, inició una relación personal que resultaría clave en su futuro.
A partir de este informal encuentro, ambos jóvenes salieron juntos algunas noches, siendo João Gilberto presentado a un grupo de adolescentes talentosos e inteligentes de clase media que vivían en la "Zona Sul" de la ciudad.

Aquellos chicos tenían sus propias músicas, eran de buena cuna y hasta se peinaban con Gumex (brillantina).
João estaba encantado con el grupo de amigos de Menescal, y le fue fácil introducirse en este ambiente progresista y liberal.

Entre aquellos jóvenes, João conoció a una de las personas principales para la transcendencia de la Historia de la Bossa Nova. Se trata del fotógrafo de la discográfica Odeon, Chico Pereira.

Chico Pereira además de fotógrafo profesional, era aficionado al Jazz, a la aviación, al submarinismo, etc., y también era el compañero de pesca de Menescal.
Nadie se explicaba cómo con todas estas actividades en las que se empleaba a fondo, Chico todavía tenía tiempo para realizar las fotos y los retoques finales para todas las portadas de la grabadora Odeon.

Cuando João Gilberto cantó por primera vez en su apartamento de la calle Fernando Mendes en Copacabana, Chico experimentó la misma sensación y emoción que cuando conoció el fondo del mar.
Con la ventaja, de que la voz y el violão de João Gilberto se podían capturar.
No perdió tiempo, buscó un micrófono, colocó una cinta virgen en su grabadora Grundig, y pulsó las teclas "play" y "record" simultáneamente...

Fue esta la primera de muchas cintas "caseras" que grabaría João Gilberto en su apartamento.


 


Para Chico Pereira, lo verdaderamente importante era que João grabase un disco lo antes posible.
Y para esto, el camino más rápido y directo, era contactar con Antônio Carlos Jobim, uno de los maestros de la grabadora Odeon.

No fue fácil conseguir que João Gilberto tocase el timbre de la casa de Tom Jobim, situada en la calle Nascimento Silva, 107 en Ipanema.

Tom & João sólo se conocían de coincidir en las madrugadas del Hotel Plaza en Copacabana, donde habitualmente tocaba Jhonny Alfsiempre guardaron las distancias, tanto en lo musical como en lo personal.

Antônio Carlos Jobim ya no era aquel pianista de "boates" e "inferninhos", preocupado básicamente en cómo pagar el alquiler del apartamento.
Tom Jobim musicalmente, había crecido enormemente y se había convertido en un gran compositor, arreglista, maestro y persona influyente en las discográficas.

Tom no se sorprendió de ver de nuevo a João Gilberto.
Por comentarios, sabía que estaba de vuelta en Río, después de pasar una larga temporada en Bahia.

La gran sorpresa vino cuando João cogió el violão y le mostró dos de sus composiciones: "Bim-bom" y "Hô-ba-la-lá".
Tom se quedó realmente impresionado con aquel ritmo nuevo, desconocido...

También pudo comprobar en João un cambio musical radical.
Aquel João que él conocía que cantaba imitando a Orlando Silva con toques de Lucio Alves, y este otro que tenía delante, verdaderamente eran dos personas diferentes...


Tom Jobim & João Gilberto en la Rua Nascimento Silva, 107 │ Ipanema



A partir de este encuentro tracendente con Tom Jobim, vino toda una secuencia musical histórica.
En primer lugar, la intervención del violão de João Gilberto en dos de las canciones del LP "Canção de amor demais" de Elizete Cardoso.
La histórica grabación en solitario del vinilo odeon14360 de 78 rpm. con "Chega de Saudade" (A) y "Bim-Bóm" (B).

los 3 primeros LPs fueron editados en los años 1959 / 1960 / 1961.
El Concierto del Carnegie Hall en New York, etc..., hasta la grabación en 1963 del mítico disco Getz/Gilberto. En este LP participaron, Stan Getz (saxo tenor), João Gilberto (violão & voz), Astrud Gilberto (voz), Tião Neto (contrabajo), Milton Banana (batería) y el propio Tom Jobim (piano).


João Gilberto, Stan Getz & Tião Neto │ Getz/Gilberto (1963)


Este LP es considerado por los críticos musicales y aficionados del Jazz, cómo uno de los discos más importantes de la História de la Música.


Es una verdadera obra maestra.
A partir de aquí, cada disco de João Gilberto es considerado como objeto de culto por los millones de aficionados en el mundo al Jazz, la música brasileña en general y a la Bossa Nova en particular.


LP Getz/Gilberto (1963)


Cada Concierto suyo es un acontecimiento mediático, cómo lo fueron por ejemplo, los tres últimos shows de João hasta la fecha, realizados en el Auditorio de Ibirapueira en São Paulo, Theatro Municipal de Rio de Janeiro y Teatro Castro Alves en Salvador de Bahía.
Fue una mini-gira por Brasil en el año 2008 con motivo del 50' Aniversario de la Bossa Nova.

João Gilberto nunca participa  en documentales, películas musicales, conciertos y/o homenajes a otros músicos, etc.

Muy raramente ofrece entrevistas a los medios de comunicación, viviendo prácticamente recluido en su apartamento del barrio de Leblon en Rio de Janeiro.

Hasta la fecha, no existe DVD o documental oficial comercializado de alguno de sus Conciertos, por expreso deseo del artista.

João Gilberto viaja con su inseparable violão Di Giorgio modelo Tárrega y dos micrófonos personalizados fabricados especialmente para él, por la empresa austríaca AKG, con la referencia AKG-414JG.
Un micrófono es para la voz y el otro para el violão. Nunca ha conectado dicho violão por cable al sistema y/o mesa de sonido.

El pasado año 2009, João Gilberto canceló los tres Conciertos que tenía programados en España en las ciudades de Madrid, Barcelona y San Sebastián, después de tener vendido el aforo completo de todos los eventos, con varios meses de antecedencia.
Una breve nota de prensa de la Organización pocos días antes del primer concierto de Madrid, aludía a problemas físicos del artista cómo principal argumento y causa real de dichas cancelaciones.




Cartel del Concierto en Madrid │ 25-05.2009


Cartel del Concierto en Barcelona │ 01.06.2009



Y efectivamente, Joãozinho cuando con sus pantalones cortos, volaba en su bicicleta por las calles polvorientas de Juazeiro, en su interior, ya había escogido el camino más difícil de todos:
Convertirse en genio, principal arquitecto e inventor de un ritmo nuevo, maestro de acordes disonantes, perfeccionista hasta el límite, exigente e intransigente, maniático y amable, símbolo y leyenda de la Bossa Nova.

Aquel muchacho inquieto, había elegido convertirse en João Gilberto.



En el escenario, la soledad de João Gilberto es infinita │ Teatro Castro Alves 



Agradecimientos:

► A Claudia Menescal por ceder sus fotos (b/n) de archivo a Bossa Nova Clube para este nuevo post.

► A Lunaé Parracho por su fantástica imagen del último Concierto de João Gilberto hasta el día de hoy, en el Teatro Castro Alves de Salvador de Bahia (BA) el 05.09.2008.

► A Christophe Brasil, por la ecualización de los archivos sonoros.mp3

► A Radio Itaú Cultural por esta "Historia de la Bossa Nova".

► A Ruy Castro por su libro "Chega de Saudade", verdadera "Biblia" para todos los "Desafinad@s". sus textos han servido como hilo conductor para este nuevo "post" sobre João Gilberto Prado Pereira de Oliveira el músico de nuestras vidas...!